Por el PLG jugaron: Nacho, David G., Víctor, Javi y Carlitos -quinteto titular-, también jugaron Gallego, Cabano, Kiko, Alfon.
Goles: Javi (3), Alfon, Víctor y Gallego.
El PLG recuperó la autoestima a base de lucha, garra, carisma, compromiso, concentración, entrega y buen juego. Las que siempre han sido las señas de este equipo y, que quedaron olvidadas en la anterior jornada, reaparecieron para sellar una importante victoria. Tres puntos que permiten a los yunqueranos certificar casi de forma matemática la salvación (a falta de seis jornadas) y luchar por cotas más altas en el último tramo de la competición, un hito histórico en la historia de este club (como histórico es el récord de puntos yunquerano en División de Honor, con 27 a falta de 18 por disputar).
Fue un triunfo del bloque. Desde el primero hasta el último cumplieron con su rol: Gallego y Carlitos, imperiales en defensa; Javi fue una vez más el estilete del equipo; Kiko y Alfon fueron un quebradero de cabeza tanto en ataque como en defensa para el Iriépal. Víctor y Punko aportaron la serenidad necesaria en los momentos de máxima tensión, Cabano le aportó, como siempre, una gran intensidad y espíritu de sacrificio y Nacho fue un muro en defensa, algo que el equipo notó y mucho (fundamental la recuperación de los porteros para el tramo final). Y es que a partir de la defensa el PLG creció. A base de intensidad y fulgurantes salidas a la contra, con una asfixiante presión en primera línea que ahogó en todo momento al Iriépal. Las ocasiones se sucedieron desde prácticamente el inicio para los yunqueranos, pero el primer tanto no llegó hasta cuando restaban dos minutos para el final de la primera parte (en buena parte por culpa de la buena actuación del guardameta rival y también, en parte, por la falta de acierto en el último pase). Gallego, segundos antes del descanso, ponía el segundo en el marcador, en una jugada de estrategia.
Tras el paso por vestuarios y en apenas dos zarpazos, virtud de las buenas recuperaciones en primera línea, Javi ponía el 0-4 y sentenciaba el encuentro. Iriépal entonces tiró de portero jugador. El PLG intensificó su defensa, aunque dejando huecos por falta de coordinación. Uno de ellos fue aprovechado por los iriepanos para meterse en el partido, pero nada más sacar de centro, Alfon redondeaba su buena actuación personal, poniendo el quinto en el marcador.
Entonces los yunqueranos sí comenzaron a defender bien el portero jugador y dispusieron de varios disparos lejanos para ampliar la cuenta. Sería Víctor, que también merecía el tanto por su actuación, el que con un sutil despeje pondría el sexto en el marcador. Una victoria holgada, merecida y que sirve para enterrar viejos fantasmas y para recuperar señas de identidad... el alma. El PLG ha vuelto. Ahora toca refrendar la vuelta ante el Horche, equipo que vapuleó a los yunqueranos en la primera vuelta.
Fue un triunfo del bloque. Desde el primero hasta el último cumplieron con su rol: Gallego y Carlitos, imperiales en defensa; Javi fue una vez más el estilete del equipo; Kiko y Alfon fueron un quebradero de cabeza tanto en ataque como en defensa para el Iriépal. Víctor y Punko aportaron la serenidad necesaria en los momentos de máxima tensión, Cabano le aportó, como siempre, una gran intensidad y espíritu de sacrificio y Nacho fue un muro en defensa, algo que el equipo notó y mucho (fundamental la recuperación de los porteros para el tramo final). Y es que a partir de la defensa el PLG creció. A base de intensidad y fulgurantes salidas a la contra, con una asfixiante presión en primera línea que ahogó en todo momento al Iriépal. Las ocasiones se sucedieron desde prácticamente el inicio para los yunqueranos, pero el primer tanto no llegó hasta cuando restaban dos minutos para el final de la primera parte (en buena parte por culpa de la buena actuación del guardameta rival y también, en parte, por la falta de acierto en el último pase). Gallego, segundos antes del descanso, ponía el segundo en el marcador, en una jugada de estrategia.
Tras el paso por vestuarios y en apenas dos zarpazos, virtud de las buenas recuperaciones en primera línea, Javi ponía el 0-4 y sentenciaba el encuentro. Iriépal entonces tiró de portero jugador. El PLG intensificó su defensa, aunque dejando huecos por falta de coordinación. Uno de ellos fue aprovechado por los iriepanos para meterse en el partido, pero nada más sacar de centro, Alfon redondeaba su buena actuación personal, poniendo el quinto en el marcador.
Entonces los yunqueranos sí comenzaron a defender bien el portero jugador y dispusieron de varios disparos lejanos para ampliar la cuenta. Sería Víctor, que también merecía el tanto por su actuación, el que con un sutil despeje pondría el sexto en el marcador. Una victoria holgada, merecida y que sirve para enterrar viejos fantasmas y para recuperar señas de identidad... el alma. El PLG ha vuelto. Ahora toca refrendar la vuelta ante el Horche, equipo que vapuleó a los yunqueranos en la primera vuelta.