martes, 27 de marzo de 2012

Éste sí es el PLG

IRIÉPAL-PLG YUNQUERA (1-6)

Por el PLG jugaron: Nacho, David G., Víctor, Javi y Carlitos -quinteto titular-, también jugaron Gallego, Cabano, Kiko, Alfon.
Goles: Javi (3), Alfon, Víctor y Gallego.


El PLG recuperó la autoestima a base de lucha, garra, carisma, compromiso, concentración, entrega y buen juego. Las que siempre han sido las señas de este equipo y, que quedaron olvidadas en la anterior jornada, reaparecieron para sellar una importante victoria. Tres puntos que permiten a los yunqueranos certificar casi de forma matemática la salvación (a falta de seis jornadas) y luchar por cotas más altas en el último tramo de la competición, un hito histórico en la historia de este club (como histórico es el récord de puntos yunquerano en División de Honor, con 27 a falta de 18 por disputar).
Fue un triunfo del bloque. Desde el primero hasta el último cumplieron con su rol: Gallego y Carlitos, imperiales en defensa; Javi fue una vez más el estilete del equipo; Kiko y Alfon fueron un quebradero de cabeza tanto en ataque como en defensa para el Iriépal. Víctor y Punko aportaron la serenidad necesaria en los momentos de máxima tensión, Cabano le aportó, como siempre, una gran intensidad y espíritu de sacrificio y Nacho fue un muro en defensa, algo que el equipo notó y mucho (fundamental la recuperación de los porteros para el tramo final). Y es que a partir de la defensa el PLG creció. A base de intensidad y fulgurantes salidas a la contra, con una asfixiante presión en primera línea que ahogó en todo momento al Iriépal. Las ocasiones se sucedieron desde prácticamente el inicio para los yunqueranos, pero el primer tanto no llegó hasta cuando restaban dos minutos para el final de la primera parte (en buena parte por culpa de la buena actuación del guardameta rival y también, en parte, por la falta de acierto en el último pase). Gallego, segundos antes del descanso, ponía el segundo en el marcador, en una jugada de estrategia.
Tras el paso por vestuarios y en apenas dos zarpazos, virtud de las buenas recuperaciones en primera línea, Javi ponía el 0-4 y sentenciaba el encuentro. Iriépal entonces tiró de portero jugador. El PLG intensificó su defensa, aunque dejando huecos por falta de coordinación. Uno de ellos fue aprovechado por los iriepanos para meterse en el partido, pero nada más sacar de centro, Alfon redondeaba su buena actuación personal, poniendo el quinto en el marcador.
Entonces los yunqueranos sí comenzaron a defender bien el portero jugador y dispusieron de varios disparos lejanos para ampliar la cuenta. Sería Víctor, que también merecía el tanto por su actuación, el que con un sutil despeje pondría el sexto en el marcador. Una victoria holgada, merecida y que sirve para enterrar viejos fantasmas y para recuperar señas de identidad... el alma. El PLG ha vuelto. Ahora toca refrendar la vuelta ante el Horche, equipo que vapuleó a los yunqueranos en la primera vuelta.

lunes, 19 de marzo de 2012

Turno de reflexión

PLG YUNQUERA-MARCHAMALO (1-7)
Por el PLG jugaron: Javi, Camacho, Kiko, Sergio, David G. -quinteto titular-, también jugaron Nacho, Guiller, Jesús, Brutus y Carlitos.
Goles: Camacho.

Ha pasado ya una semana del partido. La crónica ha tardado en llegar para ser meditada, reposada y en frío, como mejor se analizan las cosas. Probablemente, si se hubiera hecho nada más concluir el encuentro el cariz que hubieran tomado estas líneas hubiera sido distinto. Se trataba de un partido clave, de un punto de inflexión. Del duelo que marcaría los pasos a seguir en las últimas jornadas. Luchar por estar entre los primeros, entre los mejores, o evitar el descenso de una manera noble y estar en tierra de nadie. Se trataba de un partido importante también por las ausencias (hasta nueve contaban los yunqueranos, entre ellas la de su máximo goleador), un choque que se debía sacar con carácter, con bloque y con galones repartidos. Pues bien, la conclusión después de los 50 minutos fue poco menos que para la reflexión (por no decir lamentable). Un equipo vacío, sin hambre, sin carácter, sin capacidad de reacción, sin ideas, obcecado, sin orgullo... sin alma. Y eso es lo más importante y algo que no se perdona en este club. Si en algo se caracteriza el PLG YUNQUERA es por su orgullo, por su carácter indomable que le hace pelear con los mejores en tantas ocasiones. Pero tanto el alma como el orgullo brillaron por su ausencia.
Era importante comenzar en el partido con buen pie, tomar seguridad y afrontar con firmeza el resto. Pues bien, los tres primeros tiros del Marchamalo se convirtieron en gol, con fallos en defensa y portería explicados en los entrenamientos anteriores. La moral decayó y el equipo, a partir de entonces fue un fantasma. Deambuló por la pista. En ningún momento hubo un atisbo de reacción y de remontada y al descanso todo estaba visto para sentencia (0-5).
Sólo quedaba turno para la épica, una dama que no se presentó esta vez en el Municipal de Yunquera. Un feudo en el que tan sólo el Sepiolsa (y sudando de lo lindo) había conseguido ganar. El Marchamalo también lo logró y con una excesiva facilidad.
Sólo con 0-7 en el marcador y el PLG con portero jugador, llegaron buenos minutos de juego, pero ya era tarde, ni siquiera para maquillar. Para más inri, los acercamientos rojillos se toparon o bien con el portero, o bien con la falta de acierto o bien con el palo (dos postes). Pero no es excusa. No se puede dar esa imagen. Somos el PLG y eso es mucho decir en cuestión de orgullo, de entrega y sacrificio.
El próximo partido, ante el Iriépal, uno de los colistas de la División de Honor (domingo, 20 horas, Polideportivo Multiusos), se antoja fundamental para olvidar el mal partido ante Marchamalo y para certificar la salvación. Toca luchar, turno para valientes. Toca levantarse.

PD. Esperemos poder ganar y dedicarle la victoria a David Robledo, lesionado en la rodilla y que probablemente no pueda jugar en lo que queda de temporada. Por todas las veces que se ha dejado el alma por este equipo, por todo el sacrificio que ha impreso a este escudo se lo debemos. Mucho ánimo compañero.