lunes, 19 de marzo de 2012

Turno de reflexión

PLG YUNQUERA-MARCHAMALO (1-7)
Por el PLG jugaron: Javi, Camacho, Kiko, Sergio, David G. -quinteto titular-, también jugaron Nacho, Guiller, Jesús, Brutus y Carlitos.
Goles: Camacho.

Ha pasado ya una semana del partido. La crónica ha tardado en llegar para ser meditada, reposada y en frío, como mejor se analizan las cosas. Probablemente, si se hubiera hecho nada más concluir el encuentro el cariz que hubieran tomado estas líneas hubiera sido distinto. Se trataba de un partido clave, de un punto de inflexión. Del duelo que marcaría los pasos a seguir en las últimas jornadas. Luchar por estar entre los primeros, entre los mejores, o evitar el descenso de una manera noble y estar en tierra de nadie. Se trataba de un partido importante también por las ausencias (hasta nueve contaban los yunqueranos, entre ellas la de su máximo goleador), un choque que se debía sacar con carácter, con bloque y con galones repartidos. Pues bien, la conclusión después de los 50 minutos fue poco menos que para la reflexión (por no decir lamentable). Un equipo vacío, sin hambre, sin carácter, sin capacidad de reacción, sin ideas, obcecado, sin orgullo... sin alma. Y eso es lo más importante y algo que no se perdona en este club. Si en algo se caracteriza el PLG YUNQUERA es por su orgullo, por su carácter indomable que le hace pelear con los mejores en tantas ocasiones. Pero tanto el alma como el orgullo brillaron por su ausencia.
Era importante comenzar en el partido con buen pie, tomar seguridad y afrontar con firmeza el resto. Pues bien, los tres primeros tiros del Marchamalo se convirtieron en gol, con fallos en defensa y portería explicados en los entrenamientos anteriores. La moral decayó y el equipo, a partir de entonces fue un fantasma. Deambuló por la pista. En ningún momento hubo un atisbo de reacción y de remontada y al descanso todo estaba visto para sentencia (0-5).
Sólo quedaba turno para la épica, una dama que no se presentó esta vez en el Municipal de Yunquera. Un feudo en el que tan sólo el Sepiolsa (y sudando de lo lindo) había conseguido ganar. El Marchamalo también lo logró y con una excesiva facilidad.
Sólo con 0-7 en el marcador y el PLG con portero jugador, llegaron buenos minutos de juego, pero ya era tarde, ni siquiera para maquillar. Para más inri, los acercamientos rojillos se toparon o bien con el portero, o bien con la falta de acierto o bien con el palo (dos postes). Pero no es excusa. No se puede dar esa imagen. Somos el PLG y eso es mucho decir en cuestión de orgullo, de entrega y sacrificio.
El próximo partido, ante el Iriépal, uno de los colistas de la División de Honor (domingo, 20 horas, Polideportivo Multiusos), se antoja fundamental para olvidar el mal partido ante Marchamalo y para certificar la salvación. Toca luchar, turno para valientes. Toca levantarse.

PD. Esperemos poder ganar y dedicarle la victoria a David Robledo, lesionado en la rodilla y que probablemente no pueda jugar en lo que queda de temporada. Por todas las veces que se ha dejado el alma por este equipo, por todo el sacrificio que ha impreso a este escudo se lo debemos. Mucho ánimo compañero.

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