Por la puerta de atrás

Primer partido del año y primera debacle. El PLG Yunquera A se medía al Ventalum, de Primera División, por lo que partía como claro favorito en la segunda fase de la Copa Diputación. Pero esta condición no le sienta bien al cuadro yunquerano, el papel que mejor interpreta, el traje que mejor le sienta es el de equipo competitivo y aguerrido, equipo que saca lo mejor de sí cuando se le presume de menor calidad que su rival. Ejemplos a lo largo de la historia de este equipo hay muchos y muy variados, pero el más reciente tal vez lo encontramos en el encuentro que cerró el año ante el Iriépal, un rival que a pesar de estar más trabajado táctica y físicamente y en ese duelo con cuatro efectivos más, no supo ni pudo ganar al PLG.

Pero el sábado, ante un rival al que debía imponer su categoría, acabó sucumbiendo. Y eso que en la primera mitad el cuadro yunquerano dominó con solvencia y fue el dueño del encuentro. Suyas fueron las ocasiones y también los goles (2-0 al descanso), pero las innumerables oportunidades marradas hacían prever un panorama totalmente distinto tras el descanso, si la relajación (como así fue) y un gol del Ventalum hacían acto de presencia.

El 3-0 parecía poner el partido muy cuesta arriba para el equipo de Primera, pero nada más lejos de la realidad. El exceso de confianza, la falta de tensión y los fallos de concentración de todo el equipo rojiblanco (desde el primero hasta el último) permitieron que su rival remontase el duelo a falta de 3 minutos. Cuando todo parecía perdido, a falta de un minuto y 40 segundos, el PLG sacó su garra y logró empatar el duelo a 5.

En la tanda de penaltis, lo que habitualmente se define como lotería, la suerte (o la ambición, o la intensidad... este término variará según el cronista) sonrió al Ventalum que convirtió sus dos primeros lanzamientos, algo que no hizo el cuadro yunquerano.

Esta derrota debe servir de punto de inflexión para el resto de la campaña, pues aún queda toda una segunda vuelta por delante de competición liguera en la que no se pueden ni se deben permitir partidos como el del sábado.