Es el santo y seña de este equipo. El mismo que le ha caracterizado desde el primer día de su creación. Es capaz de creer en los imposibles y dejarse ir ante los improbables. Capaz de lo mejor y de lo peor, de vencer al favorito y de caer ante los últimos. Este sábado, volvió a dar muestras de este gen, esta vez para bien.
PLG YUNQUERA-LUPIANA (3-3)
La magia del fútbol sala. Así se podría resumir lo acontecido en el Municipal de Yunquera en la tarde de ayer. En ocho segundos frenéticos, en ocho segundos de fe, de búsqueda desesperada de un premio que se antojaba justo por lo visto sobre la cancha, el PLG Yunquera A conseguía empatar un partido que perdía por 1-3. A falta de 8''70 el Lupiana gozaba de una ventaja de dos goles, al abrigo de una gran actuación de su guardameta, de la falta de actitud en determinadas fases del encuentro de los rojillos y de la calidad de sus jugadores. El PLG se había estrellado hasta entonces una y otra vez contra su guardameta o contra su bien posicionada defensa. Pero a falta de esos segundos para el final, Sergio conseguía revolverse en el área para poner el 2-3 en el marcador. Quedaban 8 segundos, sólo la heróica, la épica o un milagro podían permitir que el conjunto yunquerano amarrase al menos un punto en este encuentro. Pero el Lupiana perdió la pelota a falta de dos segundos para el final en un saque de banda casi en la portería yunquerana. No quedaba otra solución que colgar el balón en el área buscando alguna cabeza amiga. Y así se hizo, Jorge puso el balón en el área, a la espalda de los rivales y ante la duda del guardameta, Zurdi remató, de cabeza, solo en el segundo palo sobre la bocina. Parecía increible, parecía imposible... pero, como quedó demostrado ayer y más en el fútbol sala, nada es imposible.
En cualquier caso, este empate épico tampoco debe dejar en un segundo plano el mal partido de los yunqueranos, que dormitaron durante gran parte del duelo y se contagiaron del ritmo lento de su rival, en vez de intentar imprimirle velocidad al juego.
PLG YUNQUERA B-HORCHE C (7-1)
Minutos antes del encuentro del primer equipo, el filial se daba un festín de goles ante el Horche C. Un festín goleador que no estuvo acompañado, salvo en cortos períodos, de buen juego. La buena línea demostrada en los últimos duelos no quedó reflejada ante el cuadro horchano, por falta, principalmente, de intensidad. Los yunqueranos se adelantaron pronto en el marcador tras un fallo de su guardameta en un pase de Carlitos (autor de cinco goles en la tarde de ayer) y ese gol, lejos de acrecentar el hambre del equipo rojillo, provocó que cayera en brazos de la autosuficiencia. De hecho, los otros dos tantos conseguidos antes del descanso no llegaron merced a jugadas elaboradas. El toque de atención en el descanso no mejoró la actitud de los jugadores, pero la endeblez defensiva de su rival permitió que los yunqueranos aumentaran su renta. El 4-1 y el amago de reacción de los horchanos obligaron a los técnicos del PLG a pedir tiempo muerto. Tras esa llamada a capítulo, Carlitos asumió el mando y, tirando de galones, redondeó la cuenta goleadora con tres tantos, dos de ellos de bella factura, exhibiendo, una vez más su potencia.
Tres puntos más, pero victoria para la reflexión, pues ante rivales de mayor consistencia esta actitud puede pasar factura.
PLG YUNQUERA-LUPIANA (3-3)
La magia del fútbol sala. Así se podría resumir lo acontecido en el Municipal de Yunquera en la tarde de ayer. En ocho segundos frenéticos, en ocho segundos de fe, de búsqueda desesperada de un premio que se antojaba justo por lo visto sobre la cancha, el PLG Yunquera A conseguía empatar un partido que perdía por 1-3. A falta de 8''70 el Lupiana gozaba de una ventaja de dos goles, al abrigo de una gran actuación de su guardameta, de la falta de actitud en determinadas fases del encuentro de los rojillos y de la calidad de sus jugadores. El PLG se había estrellado hasta entonces una y otra vez contra su guardameta o contra su bien posicionada defensa. Pero a falta de esos segundos para el final, Sergio conseguía revolverse en el área para poner el 2-3 en el marcador. Quedaban 8 segundos, sólo la heróica, la épica o un milagro podían permitir que el conjunto yunquerano amarrase al menos un punto en este encuentro. Pero el Lupiana perdió la pelota a falta de dos segundos para el final en un saque de banda casi en la portería yunquerana. No quedaba otra solución que colgar el balón en el área buscando alguna cabeza amiga. Y así se hizo, Jorge puso el balón en el área, a la espalda de los rivales y ante la duda del guardameta, Zurdi remató, de cabeza, solo en el segundo palo sobre la bocina. Parecía increible, parecía imposible... pero, como quedó demostrado ayer y más en el fútbol sala, nada es imposible.
En cualquier caso, este empate épico tampoco debe dejar en un segundo plano el mal partido de los yunqueranos, que dormitaron durante gran parte del duelo y se contagiaron del ritmo lento de su rival, en vez de intentar imprimirle velocidad al juego.
PLG YUNQUERA B-HORCHE C (7-1)
Minutos antes del encuentro del primer equipo, el filial se daba un festín de goles ante el Horche C. Un festín goleador que no estuvo acompañado, salvo en cortos períodos, de buen juego. La buena línea demostrada en los últimos duelos no quedó reflejada ante el cuadro horchano, por falta, principalmente, de intensidad. Los yunqueranos se adelantaron pronto en el marcador tras un fallo de su guardameta en un pase de Carlitos (autor de cinco goles en la tarde de ayer) y ese gol, lejos de acrecentar el hambre del equipo rojillo, provocó que cayera en brazos de la autosuficiencia. De hecho, los otros dos tantos conseguidos antes del descanso no llegaron merced a jugadas elaboradas. El toque de atención en el descanso no mejoró la actitud de los jugadores, pero la endeblez defensiva de su rival permitió que los yunqueranos aumentaran su renta. El 4-1 y el amago de reacción de los horchanos obligaron a los técnicos del PLG a pedir tiempo muerto. Tras esa llamada a capítulo, Carlitos asumió el mando y, tirando de galones, redondeó la cuenta goleadora con tres tantos, dos de ellos de bella factura, exhibiendo, una vez más su potencia.
Tres puntos más, pero victoria para la reflexión, pues ante rivales de mayor consistencia esta actitud puede pasar factura.
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